Oye Nikita, hace frío en la pequeña esquina de tu mundo,
puedes vagar por el mundo y nunca encontrar un alma cálida que conocer.
Te vi por la pared, diez de tus soldados en línea,
con ojos que parecían hielo en el fuego, con el corazón humano cautivo en la nieve.
Nikita, tú nunca sabrás nada de mi hogar,
nunca sabré lo bien que me sentaría abrazarte, Nikita te necesito tanto...
¿Has soñado conmigo alguna vez?,
¿alguna vez has visto las cartas que escribo cuando miras a través del alambre?,
Nikita ¿cuentas las estrellas en la noche?.
Si viniera un tiempo en que armas y puertas no te retengan, y puedes elegir,
sólo echa un vistazo al oeste y encuentra un amigo.