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lunes, 27 de enero de 2014

Me levanto de la cama con un frío que pelan hasta las rodillas y los dientes chocan unos contra otros (qué mal llevo el frío). 

Me embuto en mil capas y voy a encender la calefacción. Apenas son las 07:30 de la mañana y tú duermes con la respiración lenta, acurrucado en las mantas con un pie colgando de la cama. 

Alguna vez te dije lo bonito que estás tan silencioso con los rizos cayendo por tu cara y los ojos cerrados y tus pestañas oscuras totalmente quietas?. 

Pues, sí, aunque suene así, medio cursi, medio tonto, medio loco, medio empalagoso, yo soy así, un poco mitad tú y otro poco mitad yo.
D. Lorefield


1 comentario:

  1. A pesar del pobre criterio que tienes en hombres al haberme elegido, no se puede medir de ninguna manera lo mucho que te quiero.
    Más que ayer pero menos que mañana y así hasta el infinito.

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