Las farolas son como las personas importantes de tu vida. Por mucho que
las ignores, ellas no se van. Por inútiles que te parezcan a plena luz
del día, ellas no se van. Por mucho que creas que ya no las necesitas,
ellas se quedan, allí están, siempre al lado del camino. Todo lo cerca
que se puede estar sin molestar, sin buscar protagonismo, sin llamar tu
atención. Se conforman con que tu sepas que están ahí, que no se mueven
ni se moverán. Que cuando llegue la noche, las busques y las necesites.
Ellas ahí seguirán, dispuestas a darte toda su luz. El día en que se
apaguen, porque un dia se apagarán, ojalá haya otras que quieran seguir
alumbrándote, ojalá haya otras que quieran seguir.
Viajando con Chester
Cuando la vida te deje desamparada y sola,
yo estaré en tu puerta esta noche, si necesitas ayuda.
Apagare las luces de la ciudad,
mentiré, engañaré, rogaré y sobornaré para hacerte bien... Para hacerte bien.
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