Páginas

martes, 14 de junio de 2016

Máscaras

Cuando era chica, pensaba que Espinete era real y aún recuerdo el batacazo que me metí cuando sin querer un día que mi madre nos había llevado al circo vi que justamente Espinete era de carne y hueso, exactamente como yo. Qué disgusto me pegué. Crecer no es fácil en ocasiones, entre otras cosas porque poco a poco te das cuenta que la vida no es tan rosa como la ves en tu mente o en tus dibujos animados preferidos y en ocasiones incluso los que hemos tenido que crecer lo bastante deprisa como para apenas recordar unicornios con alas o espinetes reales, o Reyes Magos que traen infinidad de regalos, o Papá Noel que se cuela en tu casa mientras duermes sólo para regalarte aquello que sueñas y llevas pidiendo casi un año entero, lo hace menos fácil, pero a fin de cuentas, es ley de vida. 

Pero cuando aún creces más, y te haces adulto, sí, te das cuenta verdaderamente que sí, que ni los cuentos existen, ni sus personajes, pero en cualquier caso sí que siguen habiendo personas que se cuelan en tu vida para regalarte sonrisas, para prometerte la luna e incluso el sol y nada de eso es verdad. ¿A quién no le ha pasado? 

Los adultos también necesitamos soñar, y siendo chiquitines tenemos un Espinete que de repente un día descubrimos que es tan humano como nosotros y que eso es sólo un disfraz, pero cuando nos hacemos mayores...por desgracia sí, siguen apareciendo Espinetes, personas que nos hacen creer cosas o que quizás creemos porque necesitamos hacerlo.

En cualquier caso, todos necesitamos ese momento de sueños, de cositas bonitas y por desgracia por muy adultos que nos hagamos seguimos encontrando gente que vive con máscaras... Poco a poco, quizás, en algún momento podamos aprender a sospechar de este tipo de personas, lo malo es que te dejas un trocito de tí mismo en el camino porque la confianza va mermando. El problema no es de quiénes somos lo que somos, si no de aquellos que se pasan la vida tratando de ser quiénes no son y tratando de convencernos al resto de aquello que ni ellos mismos creen.  Aún y con todo eso, yo soy de las que piensa que es mejor confiar, creer, y seguir soñando. 




"Todo el mundo lleva algún tipo de máscara, así que debes mirar con atención para encontrar la verdad que se oculta debajo. 

Algunos ocultan la ansiedad de hacerse mayor. 

Otros esconden sus temores a la ruina económica. 

Otros quieren tapar un amor que continúa estando vivo. 

Y luego están aquellos a los que se les cae la máscara, y si  les miras a los ojos, verás quiénes son en realidad, y exactamente de qué son capaces". 
Mujeres Desesperadas

No hay comentarios:

Publicar un comentario