En ese tiempo por otro lado, nosotros empezábamos la batería de pruebas (esta vez no eran pruebas para determinar cosas que se saben). Son pruebas genéticas, de cuagulación y mutaciones en sangre. Algo que perfectamente puede sonar a chino pero si ahora y después de lo que nosotros pasamos podría dar un consejo a todas las personas que quieran ser padres, sería que se realizaran este tipo de pruebas, que no tiene por qué haber un problema de ningún tipo en ninguno de los dos, pero es mejor salir de dudas, porque de esta manera se pueden evitar muchas lágrimas y demasiado sufrimiento.
Son pruebas exahustivas, que tardan en darte resultados como un mes.
Finalmente esas pruebas dieron la razón de nuestros abortos: mi cuagulación era acelerada. No es importante para mi vida normal, pero sí en cambio para la formación de una nueva vida. Sabíamos que había algo, tenía que ser algo, a pesar de que la ginecóloga antes de hacer pruebas nos dijera "es posible que todo sea fortuito, o cuestión de mala suerte", ¿fortuito o mala suerte?, yo pensé que esos términos no existían médicamente hablando, mala suerte es que te hagas un esguince en el tobillo por no ver un bordillo, mala suerte es que vayas por la calle y pises un chicle, fortuito es que vayas por la calle y te encuentres con alguien que conoces que ni vive ni trabaja en esa zona, fortuito es que te toquen 10 euritos en la quiniela, pero.... ¿mala suerte o fortuito puede llegar a ser la pérdida de alguien que consideras tuyo porque tuyo es?. Nosotros sabíamos que no era eso y que algo tenía que ser. Y finalmente fue.
Con solución por supuesto (porque muchas cosas de este tipo, tienen solución y lo digo de verdad). Así que nosotros obtuvimos la solución y el posterior cambio de hospital, porque demasiados errores o confusiones hubieron como para permanecer en el mismo. Y como además el proceso de reproducción asistida o fecundación invitro se paga a "toca teja" no tienes por qué permanecer donde no quieres ni estás agusto ni tienes la confianza que necesitas para permanecer ahí.Nos fuimos a otro hospital con nuestras pruebas y con la solución en la mano.
Tras 13 días de hormonas y pinchazos, finalmente fue la inseminación. Yo no sabía si contarlo como la primera puesto que habían pasado 5 meses desde la última o contarla como realmente la cuarta que era... Dos semanas de progesterona y prueba de embarazo (en esta ocasión no era beta, era predictor). Yo sabía que estaba embarazada, lo sabía y finalmente el predictor dijo que sí. No os podéis imaginar el miedo que desde entonces tuve.
A la semana siguiente me hice otro test por mi cuenta (para descartar bioquímicos, al final con la experiencia te vuelves más histérica) y volvió a dar positivo. En ese tiempo tengo que dar las gracias rotundamente (de nuevo) a Donnie que me apoyó muchísimo y supo desde el momento uno todo lo que yo temía (grazie sempre a te, sei un amore, lo sai).
12 días después me hacían la primera eco (para comprobar que estaba ahí y que iba bien). La noche anterior, me desvelé, me desperté a las 5 de la mañana, histérica perdida, llorando por el miedo de que al día siguiente me dijeran algo horrible, en fin... no puedo explicar con palabras lo loca que puedo llegar a ser (y cuidado que digo ser y no estar).
Fuimos a la eco y vimos medio granito de arroz que no llegaba a 3mm. Confirmaron que estaba bien. Aún así, yo seguía histérica. Nos citaron para la semana siguiente para saber su evolución. Semana 7. El miedo y el histerismo ya no os podéis imaginar como era. Miedo a subir y bajar escalones, a caminar, a agacharme, en fin, es que hasta a respirar o toser. Encima me puse mala con gripe y para qué queremos más, me pasé toda la gripe con 2 paracetamoles (en total de toda la gripe) cuando el médico me dijo que podía tomar hasta 3 diarios, pero yo estaba histérica perdida y no quería ni toser, ni estornudar, y si hubiera sido posible vivir sin respirar, también hubiera accedido con tal de no hacer ni un movimiento en falso.
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