Fuimos a la eco de la semana 7 y todo eran buenas noticias, de hecho pasó de no llegar a 3mm a estar en 9mm sólo en una semana. Me quitaron la progesterona y me dieron el alta en reproducción para pasar a ginecólogo "normal". Aunque las noticias eran buenísimas mi histerismo seguía en aumento. La semana nueve para mí era una locura hasta pensarla un segundo. Y justo fue en esa semana que nos tocaba ir al ginecólogo. Para ese entonces ya no medía mm, ya pasó a cm, exáctamente 2,2 cm. Nos volvieron a decir que todo estaba bien, que estaba bien agarrado, que no había líquido fuera que su corazón estaba perfecto. Aún así yo seguía con todos los miedos del mundo y ya empecé a mirar que contenía cada alimento en vitaminas. Una total locura difícil de describir, salvo que lo llame locura. Y después de esa eco, ya tardaríamos 3 semanas más en verlo, porque ya debíamos verlo en la semana 12, la semana que justamente ya pasa el peligro, pero que te dicen si puede tener alguna malformación por el cribado de esa ecografía.
Esas 3 semanas fueron las mismas que lo anterior, ver que todo lo que comía era lo correcto, lavar verduras y frutas (todo esto como una histérica), no comer pescados crudos, tipo sushi y de embutidos ni uno por no haber pasado la toxoplasmosis. Pero aún así yo seguía mirando las propiedades del kiwi, de la manzana, y de prácticamente todo. Me dio por comer judias blancas con arroz y me empezó a dar asco muchísimas cosas entre ellas la carne de cerdo y las naranjas o mandarinas. En esta ocasión tenía mal cuerpo, aunque al revés del resto, que les da por las mañanas y a mí por las noches, a eso de las 7/8 de la tarde. Mi cuerpo a esa hora se daba la vuelta y no podía ni comer ni oler comida a 2 metros de mí. Es una cosa muy pesada, pero tan bonita !!!!!.
Y por fin llegó la semana 12, me desperté a las 7 de la mañana, nerviosa y cuanto más se acercaba el momento más nerviosa me ponía. Cuando escuché mi nombre se me nubló hasta la vista. Pero ya estaba ahí. Sea lo que fuera, la suerte estaba echada, como aquel quien dice. Finalmente todo estaba bien !!!!, nuestro pequeño estaba tocándose la punta de la nariz, ajeno a toda nuestra preocupación, y abriendo y cerrando la boca, y aparte nos dijeron que era muy posible que fuera niño, cabía la posibilidad de duda, pero estaba en alto grado para ser un nene. Encantada !!!! aparte de querer que las cosas salieran bien (como toda madre desea) yo también deseaba un niño. El mundo se paraliza en ese momento y da igual absolutamente todo, nada tiene importancia, y lo único que importa es esa cosita pequeña que está tan tranquilo y al que quieres como nunca podrás querer a nadie. Es la cosa más maravillosa que se pueda ver, con su naricita redondita y sus mini piernas y esa cabecita tan perfecta y ese cuerpecito con su corazoncito moviendose. Qué grande es nuestro nene.
Esas 3 semanas fueron las mismas que lo anterior, ver que todo lo que comía era lo correcto, lavar verduras y frutas (todo esto como una histérica), no comer pescados crudos, tipo sushi y de embutidos ni uno por no haber pasado la toxoplasmosis. Pero aún así yo seguía mirando las propiedades del kiwi, de la manzana, y de prácticamente todo. Me dio por comer judias blancas con arroz y me empezó a dar asco muchísimas cosas entre ellas la carne de cerdo y las naranjas o mandarinas. En esta ocasión tenía mal cuerpo, aunque al revés del resto, que les da por las mañanas y a mí por las noches, a eso de las 7/8 de la tarde. Mi cuerpo a esa hora se daba la vuelta y no podía ni comer ni oler comida a 2 metros de mí. Es una cosa muy pesada, pero tan bonita !!!!!.
Y por fin llegó la semana 12, me desperté a las 7 de la mañana, nerviosa y cuanto más se acercaba el momento más nerviosa me ponía. Cuando escuché mi nombre se me nubló hasta la vista. Pero ya estaba ahí. Sea lo que fuera, la suerte estaba echada, como aquel quien dice. Finalmente todo estaba bien !!!!, nuestro pequeño estaba tocándose la punta de la nariz, ajeno a toda nuestra preocupación, y abriendo y cerrando la boca, y aparte nos dijeron que era muy posible que fuera niño, cabía la posibilidad de duda, pero estaba en alto grado para ser un nene. Encantada !!!! aparte de querer que las cosas salieran bien (como toda madre desea) yo también deseaba un niño. El mundo se paraliza en ese momento y da igual absolutamente todo, nada tiene importancia, y lo único que importa es esa cosita pequeña que está tan tranquilo y al que quieres como nunca podrás querer a nadie. Es la cosa más maravillosa que se pueda ver, con su naricita redondita y sus mini piernas y esa cabecita tan perfecta y ese cuerpecito con su corazoncito moviendose. Qué grande es nuestro nene.
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