Siempre lo he dicho, siempre lo he pensado: somos dueños de nuestros actos y de todo aquello que decimos, no podemos hacer responsable a nadie de aquello que soltamos por nuestra boca, y debemos ser lo suficientemente valientes como para afrontar que lo que decimos es cosa nuestra y de nadie más que de nosotros mismos.
A todos nos ha pasado, pienso que es un error que todos hemos cometido alguna vez, pero no es de esto exáctamente de lo que yo quiero hablar aquí, si no más bien, de saber asumir la responsabilidad de que todo lo que hacemos o decimos conlleva que las personas que tenemos alrededor se acerquen o se alejen y muchas veces incluso se alejen sin retorno.
Creo que es un punto a tener en cuenta, sobre todo si quien se aleja es alguien a quien quieres, y sobre todo, pienso que es mejor dejar al señor orgullo sentado en una silla, mientras tú corres a buscar a aquella persona con la que has metido la pata hasta el fondo, porque es mejor lo que ganas que perder por perder.
Nada hay en la tierra más difícil de sostener que la boca. - Edward Balser
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