De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después.
El vicio de gesticular mucho cuando hablo y el de confiar a la mínima.
El de decir lo que pienso sin reparo alguno.
El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme.
El de cantar en la ducha la canción más penosa del mundo, o el de arriesgar al máximo con los cordones de las calles.
El de querer a alguien hasta el límite de los límites.
También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar.
O el vicio de sacar el lado bueno de todo y sí, sé que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas pasen por alto, y dejarse llevar.
He dicho que tengo vicios, no problemas... ;)))))
No hay comentarios:
Publicar un comentario