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martes, 10 de marzo de 2015

Quizás cansada, quizás triste...

Ella que vivía la vida con fuerza, que amaba con cada poro de su piel, y que la palabra sentimiento la definía en una ínfima parte porque la gran parte era ella misma y su modo de vivir cada segundo como si fuera el último. 

Ahora quizás cansada, tal vez triste, vaga en un viejo tren sin estación fija, mirando el mundo emborronado, mitad con ráfagas de aire, y la otra mitad con tempestades. Quizás cansada, quizás triste dejó de escuchar, dejó de sentir, dejó de importarle la vida, dejó de mirarse al espejo para verse a sí misma, para ver nubes negras, y nunca, nunca escampa. 

Y quizás cansada, quizás triste vive enfadada con la vida, dando puñetazos psicológicos a cada paso, a cada persona, quizás cansada, quizás triste, pero sin darse cuenta que sus palabras son a veces amargas, otras agridulces y casi siempre duelen. 

Ella que vivía la vida, feliz con lo que era, feliz con lo que sentía... Ella que una vez tocó el cielo con las manos y hoy, quizás cansada, quizás triste no valora lo que tiene a su lado, o quizás en silencio sí lo haga, pero nadie más lo sabe, salvo ella misma y lo que los demás ven es que quizás esté cansada, quizás triste...
D. Lorefield


"Apaga el gris de tu vida y enciende los colores que llevas adentro". Pablo Picasso

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