Hace poco que ha terminado un reality que yo (sí, yo, la misma) he visto a trocitos en determinadas ocasiones, porque yo con la tele no me llevo muy bien, no ya sólo por lo que emiten (que también es un poco por eso, claro), si no por los minutazos que echan de anuncios que son ya innumerables. Durante semanas se ha estado hablando, comentando, diciendo y escribiendo sobre la gran polémica que hubo entre dos concursantes que allí participaban y que por un comentario ha generado todo tipo de insultos, dimes y diretes variados. Se han escuchado cosas del tipo de "si una mujer va con unos y otros a eso se le llama...(una palabra de cuatro letras que omito)", " a mí me gustaría tener un marido que me permitiera salir y entrar y seguir dando lo máximo", "yo no entraría a un reality con un bebé de 5 meses"... esto entre por supuesto varias lindezas más, lo que a mí me ha provocado que se me salieran los ojos de órbita e incluso algún que otro vuelco de estómago, sobre todo porque la mayoría de estas cosas eran dichas hacía una mujer, pero por parte de otras mujeres.
Damas y caballeros, yo tengo que decir que soy una mujer, que tengo pareja desde hace más de una década, soy madre desde hace casi seis meses, he trabajado, y me he ocupado de mi casa (de hecho sigo haciéndolo) y tengo amigas y amigos con o, salgo, entro, y esto no significa que yo sea una mala madre o una mala pareja. Cada uno en su casa sabe lo que tiene, y ninguno somos nadie para juzgar cómo dos personas decidan llevar su relación. Me he cansado de escuchar todo tipo de falta de educación y respeto hacía una mujer que puede hacer lo que quiera con su vida, de gente que incluso diría que si hace examen de conciencia quizás se encontraría con sorpresitas varias.
Yo ahora pregunto, si una mujer está con varios hombres se le llama fresca entre otras palabras bonitas, y mi pregunta es, ¿ellos cuando van con varias mujeres son frescos?, ¿son zorros?, ¿son pendonos?, ¿a ellos se les critica por ir más largos o más cortos?.
Sí, porque yo soy mujer, y estoy casada, y tengo un hijo, pero eso no quiere decir que nadie deba juzgar mis actos, porque señores, cada uno en su casa sabe lo que tiene.
Y lo peor de todo, es que somos nosotras las que nos criticamos, las que nos insultamos. Señoras, no echemos leña al fuego, ni tiremos piedras a nuestro propio tejado, que en un siglo XXI una mujer debería de tener el derecho de poder hacer lo que quiera (siempre y cuando no dañe a nadie) sin ser juzgada sobre todo por otra mujer.
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