"Sí, todo puede ocurrir muy deprisa, la vida que conocemos puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos: extrañas amistades pueden florecer, importantes carreras pueden quedar aparcadas, una esperanza perdida hace tiempo puede resurgir... aún así deberíamos de dar gracias por cualquier cambio que nos traiga la vida, porque sin darnos cuenta, llegará un día en que ya no habrá más cambios..."
Mujeres desesperadas-Temporada 3
No, nunca me gustaron los cambios. Soy culpable de no sentirme cómoda con las cosas que cambian, con los momentos que se hacen diferentes (por mínima que sea la diferencia), con las personas nuevas que conoces... por fácil que parezca, o por natural e incluso necesario que resulte, soy culpable de adorar la rutina, de amarla tanto que soy feliz dentro de ella, sin cansarme ni lo más mínimo. Tengo amistades desde hace más de 20 años, por ejemplo, aunque bien tengo que reconocer que por pequeños cambios en mi vida, y por razones x, he tenido siempre la inmensa suerte de encontrarme finalmente cómoda con las personas con las que me he tropezado: trabajo, cursos, en la guardería de mi hijo, y en juegos para android incluso. Extraño, amo mi rutina, temo horrores los cambios y en cambio muchas veces, gracias a éstos, he conseguido conocer gente que verdaderamente vale la pena, increíble ¿verdad? en cambio fue así... Agradecida, sin lugar a dudas, pero tengo que seguir admitiendo que todo cambio me provoca nerviosismo e inquietud, y que soy más amiga de esa famosa frase que tanto me gusta pronunciar: "Virgencita que me quede como estoy"
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