No me gustan tus mentiras, ni la forma que tienes de liarlo todo. Tienes la capacidad de inventar tantas cosas que es imposible seguirte el hilo, ese hilo que desgarras, arrancas, saboteas y machacas sin pensarlo, porque tú eres así.
No sé desde cuándo llevas haciéndolo, supongo que toda una vida, pero eso suena demasiado largo, demasiado eterno, hasta para tí. Has alejado a personas de tu lado y sigues en pie de guerra cargando el arma con cada mentira, y pegando balazos a todo el que te encuentras a tu paso. Pobre de aquel que se cruza en tu camino y decide quedarse porque no cambias, ni cambiarás, aunque lo que sí haces es reforzarte con cada mentira, con cada invento, con cada artimaña y nadie se atreve a decirte nada, porque eres y te ves fuerte. Porque es a lo que te hemos enseñado todos.
No me gustan tus mentiras, pero más que nada porque aunque no te lo creas hacen que estés sola, hacen que poco a poco la gente se aleje, hacen que los que te quisieron te quieran un poquito menos, pero sobre todo, te hacen daño a tí, y por eso no me gustan tus mentiras.
D. Lorefield
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