Respira...Respira...Respira... Cuenta hasta diez, veinte, cien...
Es increíble que lo primero que hacemos cuando nacemos es respirar, pero en cambio hay veces en la vida que nos tienen que recordar que lo hagamos. Casi siempre lo hacemos automáticamente, pero otras... cuánto cuesta.
La vida es un regalo, no podría dudarlo, pero a veces es más puta que Montera, y otras es un boxeador que te mete un revés tan grande en el pecho que a duras penas puedes saber ni quién eres.
Pero tú, respira, no te olvides de respirar. Y de seguir caminando y de confiar que al final del túnel siempre, por pequeña que sea, hay luz, porque a pesar de todo, a pesar de que muchas veces nos golpeen tanto que no queramos seguir, la vida es sueño, tal como dijo Calderón de la Barca.
No hay trucos, no hay tratos, no hay halloween para la vida, sólo, únicamente hay que vivirla, recordando sobre todo respirar, de coger aire, de seguir adelante, así que tú, ante todo, sobre todas las cosas... respira...
D. Lorefield
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