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miércoles, 2 de noviembre de 2011

El amor, una paradoja


 Erich Fromm decía "La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos" yo lo llamaría paradoja o simplemente quimera porque es tan sumamente complicado, y los finales a pesar de la alegría, la feliciad y los días fantásticos, son tan sumamente duros, en casi todas las ocasiones... que a veces pensar en ser dos es complicado para convertirte de repente en uno y comprobar entonces incluso que aquella persona que querías (da igual quién sea) se ha convertido en un perfecto extraño en tu vida y que hace cosas que jamás en tu vida imaginarías ni en el peor minuto imaginado. Nunca se conoce a nadie lo suficiente como para saber cómo actuaría en tal o cual situación, y la cosa es que todos los seres humanos, actuamos y reaccionamos del mismo modo ante el dolor, la desesperanza, la confusión.... así que... no somos tan diferentes a fin de cuentas.Pero una cosa es eso y otra muy diferente es hacer daño.

3 comentarios:

  1. Ser dos sin ser uno solo...
    Es algo complicado, cuando no te conoces ni a ti mismo, no crees?
    Si empezasemos por saber lo que queremos nosotros mismos, tal vez, aprenderiamos a escuchar a los demás para saber lo que esperan.
    Besos, buena semana cortita.

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  2. Saber lo que queremos o bien saber lo que no queremos, que creo que es igual de importante... en mi caso sé lo que no quiero, y por contra... de ese modo indirectamente sé lo que quiero. Buena semana también para tí, Anónimo !! en menos de nada ya estaremos metidos en el "finde". Besotes !

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  3. Tal vez todo seria diferente si le pusieramos un poco mas de interes y un poco menos de egoismo.......
    Besotes a los dos!!

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