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miércoles, 12 de octubre de 2011

Comunicación


Prácticamente lo primero que aprendemos en esta vida es a comunicarnos. Lo increíble es que en cuanto crecenos, nos aprendemos las palabras y empezamos a hablar, empezamos a darnos cuenta de lo difícil que es saber qué decir, o cómo pedir lo que necesitamos. Al acabar el día hay cosas de de las que no se puede evitar hablar, cosas que realmente no queremos oír y otras cosas que decimos porque no podemos seguir callándolas. Muchas veces no es lo que decimos lo más importante, si no lo que hacemos. Cosas que decimos muchas veces sin pensar o porque simplemente no hay más remedio. Cosas que guardamos porque son "nuestras cosas". Y cosas que no siempre, pero de vez en cuando no es necesario las palabras...

P.D.: Sabes lo que quiero decir verdad? Mmmm me encanta Anatomía de Grey. Un beso para mi amor muy muy muy platónico.

5 comentarios:

  1. ¿Estás enamorada de Meredith Gray? Háztelo ver, oye. Yo superé mi amor por House en dos semanas, cambiándolo por gominolas. ¡Tú puedes! :PPPP Muakss!

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  2. Me has pillado !!!! ¿Cómo es posible? te cambio las gominolas por chupachups, o en su defecto, piruletas.

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  3. A veces, dentro (o detrás) de las palabras que dices y que acaricia el viento, hay otras que no se dicen, pero que luchan por salir.
    Un ejemplo:
    El: No te preocupes por mi, estoy bien (cuando realmente quiere decir, "estoy hundido, ayúdame")
    Ella: Si que me preocuparé por ti (cuando realmente dice, "pero déjate ayudar, si no no se puede hacer nada")

    Cuando ésta situación ocurre, sobran las palabras.

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  4. Bonitas palabras las tuyas, y bien cierto es que hay palabras que acarician el viento, así como otras que no necesitan ser mencionadas para ser comprendidas. Como siempre, anónimo, gracias por participar y dejarte caer por aquí. Saludito para tí !

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